"Sólo existen dos tipos de personas: los que son conscientes de su ignorancia, y los que no son conscientes."
jueves, 16 de diciembre de 2010
San Amacio, "La transición evolutiva del Protofeudalismo"; s. XV.
"[...] y recordad la injusticia de los débiles. Fueron tiempos de penuria, de crisis, del fin de una era y el comienzo de otra. Nuestra era es el germen de lo que fue un abismo para la humanidad. Dios lo vio, vio los pecados cometidos por sus hijos, de sus ambiciones los resultados, de la codicia del poder en los grandes y del sometimiento de los pobres. No es sólo el dinero lo que diferencia al rico del pobre, sino sus derechos. El pobre sufre y el rico se beneficia de ese sufrimiento. [...] De esa forma, el poderoso consigue lo que desea y el mendigo acata sus normas. No tiene dinero para pagar al recaudador; no tiene alimentos con los que comerciar. El Imperio romano se desmorona, y con ello su estructura política. La aristocracia ya no obedece a la ley, ni siquiera se apiada de quienes creen en Dios. Buscan proteger sus tierras, sus pertenencias, pero los esclavos tampoco obedecen. El yugo que los mantenía ha desparecido, y muchos se hacen llamar hombres libres. Es entonces cuando la aristocracia necesita labradores para sus tierras. Los latifundios necesitan funcionar y la aristocracia busca y encuentra a sus trabajadores. Campesinos pobres, que pese a su libertad, se ven abrumados por las deudas. El rico les promete protección a cambio de trabajar para él. Ellos aceptan vivir en su villa si con ello huyen de tener que pagar. ¡A qué alto precio pagaron! Muchos no se dan cuenta de que quizás Dios los abandonó un día lejano, de que los impuestos que dejaron atrás volverán de las manos del amo. Los protege del peligro enemigo... los protege utilizándoles a ellos mismos como guerreros. Trabajan, pagan impuestos y son guerreros. Es el origen de la relación señor y vasallo, de rico y pobre."
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